Toda obra (proyecto), por pequeña que sea, puede llegar a complicarse en exceso: materiales no acordados, puesta en obra defectuosa, problemas de seguridad, falta de solvencia del contratista, retrasos, descontrol con los “poyaques”…, en este post no está la receta mágica para no sufrir estos problemas, sino una forma alternativa de gestionar: controlando riesgos, haciendo un seguimiento continuo, transparencia con el cliente, información efectiva, resolución de problemas…
Todo lo aquí expuesto, es aplicable a pequeñas reformas o a grandes proyectos y por supuesto, se dirigen tanto a particulares que desean reformar o hacer su vivienda como a empresas que necesitan realizar obras en sus instalaciones.
LA FORMA TRADICIONAL.
Tradicionalmente, la construcción sigue el siguiente esquema:
Con este sistema tradicional, la propiedad mantiene la autoridad, pero no es informada de los posibles problemas de la construcción hasta que estos ocurren, perdiendo el control sobre su obra, incurriéndose normalmente en sobrecostes, retrasos, problemas de pagos, que no son del agrado de ninguno de los agentes implicados.
Cada uno actúa en pro de su propio beneficio, olvidándose a veces de que están ahí para conseguir el objetivo de la propiedad.
OTRAS FORMAS DE GESTIONAR
Para intentar solucionar esta falta de comunicación y organización, están los sistemas de Dirección de Proyectos (Project Management en inglés), puestos en práctica en países como EEUU desde mediados del siglo XX, y cuyo origen es la industria armamentística.
En construcción se dan dos esquemas principales:
La Dirección de Proyecto (Project Management en Inglés):
La Dirección de Construcción (Construction Management en Inglés):
Con esta nueva forma de acometer los proyectos aparece un nuevo agente, el GESTOR DEL PROYECTO (Project Manager en Inglés), una figura que coordina y organiza a todas las partes intervinientes consiguiendo importantes ventajas para el promotor, como son:
- Costes: con una adecuada estrategia de contratación se pueden llegar a ahorros de hasta el 20 % del total de la inversión.
- Plazos: Se mejoran los plazos de entrega de los trabajos, de forma que se cumplen los hitos del cliente.
- Calidad: Se detectan inmediatamente los problemas de calidad, reaccionando de forma inmediata.
- Riesgos: Se minimizan, pudiendo preverlos o atajarlos en cuanto ocurren.
- Información: El cliente está en todo momento informado del avance de su proyecto.
En definitiva, los proyectos están bajo control, evitando engorrosos problemas derivados de una mala gestión por un único contratista principal.
EL GESTOR DE PROYECTO
A lo largo de los años, he visto varios perfiles como gestores de proyecto, desde abogados y administradores de fincas hasta intermediarios en compra-venta de propiedades que ni siquiera eran API, pasando por Arquitectos, Arquitectos Técnicos e Ingenieros. Todos ellos trabajando de la mejor forma que sabían pero sin alcanzar los objetivos del cliente, que a fin de cuentas es el que paga y al que hay que entregar el bien o servicio para el que nos ha contratado.
Para mí, un gestor de proyectos de construcción, debe tener una serie cualidades, unas adquiridas mediante estudio y otras adquiridas en el día a día…
Algunas de estas cualidades son:
- Debe conocer todo el proceso constructivo, desde comprender las necesidades del cliente hasta la calidad en la entrega de los trabajos.
- Debe tener capacidad de gestión, ya que le tocara tramitar documentación con administraciones públicas, técnicos, compañías de suministro, proveedores, contratistas, etc.
- Debe tener capacidad de liderazgo, capaz de motivar al resto del equipo que interviene en el proyecto.
- Debe tener empatía con todos los intervinientes, cada persona piensa de una forma y tiene que integrar todas las opiniones en beneficio del proyecto.
- Debe conocer las herramientas que sean necesarias para su trabajo, desde software, hasta técnicas específicas de dirección a aplicar en cada caso.
- Debe ser resolutivo e imaginativo, para dar una respuesta rápida y acertada a las distintas cuestiones que se plantean diariamente.
Un perfil muy válido para dirigir proyectos de construcción, es el de Aparejador/Arquitecto Técnico/Ingeniero de Edificación ya que por la formación que tenemos y las capacidades que hemos desarrollado con el trabajo diario, tanto a pie de obra, como en oficina, como en todos los sitios a los que hemos tenido que acudir para solucionar problemas, nos han dado las competencias y visión de conjunto necesarias para alcanzar los objetivos de cada proyecto y conseguir la satisfacción del cliente.
En Inygest Consultores sabemos dirigir proyectos, a lo largo de los años hemos creado una metodología propia, adaptando las técnicas internacionales de dirección de proyectos a las peculiaridades del mercado Español.
Por último, quiero terminar con una frase que he leído en algún sitio pero no recuerdo donde y que aunque con cierto tono jocoso, no deja de tener parte de razón:
“Dios y los gestores de proyectos han llegado a un acuerdo:
El primero no dirigiría proyectos y los segundos no harían milagros.”